En 2013, Edward Snowden filtró miles de documentos de la Agencia
Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA por sus siglas en
inglés) a los periodistas Glenn Greenwald y Laura Poitras. Desde
entonces se han publicado decenas de reportajes periodísticos a
nivel mundial que revelan programas de vigilancia masiva de alcance
global.
Las filtraciones muestran que esta agencia tiene
la capacidad de recolectar las comunicaciones de Internet. Cables de
fibra óptica, comunicaciones satelitales y telefonía celular son
algunas de los medios sobre los que la agencia recolecta información.
Las grandes empresas de Internet entregan los datos sus usuarios a
esta agencia. Si esto no es suficiente se recurre a los ataques
informáticos para buscar la información restante.
Las comunicaciones recolectadas son procesadas en
sistemas sofisticados. Los mismos permiten a los analistas de la NSA
encontrar información a través de buscadores similares al de Google
o DuckDuckGo que operan sobre las comunicaciones privadas de quiénes
usan Internet.
Si bien la NSA sostiene que los programas de
vigilancia se realizan con el fin de combatir el terrorismo. Se
revelaron operaciones que muestran espionaje político y a sectores
estratégicos de países alrededor del mundo. En este trabajo se
enfatiza el caso de América Latina.